lunes, 14 de diciembre de 2009

Exposición "Las Colonias Industriales"




El Museo de Historia de Cataluña presenta la exposición Colonias Industriales sobre el fenómeno histórico y social de las colonias industriales. La muestra explica de forma didáctica y entretenida la vida alrededor de la fábrica y cómo funcionaban organizativamente y social (sus horarios y ritmos de trabajo, la vida social y el ocio de sus habitantes), al tiempo que muestra cómo eran arquitectónicamente y porque se situaban geográficamente en los lugares donde podían explotar los recursos naturales y donde se podían construir líneas ferroviarias de transporte de materias primas y mercancías. Este fenómeno va ligado al aprovechamiento del agua como modelo energético catalán, un importante precedente en el uso de energías alternativas, y que tenía como trasfondo la falta de mayores fuentes de energía y materias primas. Pero la exposición también mira hacia adelante planteando las alternativas de futuro de nuestro pasado industrial, recuperando la memoria histórica (con especial atención a los testimonios gráficos y orales que los protagonistas o sus familias han aportado). La exposición ha sido comisariada por el historiador Carles Enrech y el periodista Xavier Martí y presenta un planteamiento museográfico de gran impacto y atractivo visual con el uso de audiovisuales y escenografías que recrean los espacios de las colonias. Museo de Historia de Cataluña.
Del 1 de diciembre de 2009 al 7 de marzo de 2010 (Plaça de Pau Vila, 3, Palau de Mar).
FOTO DE CABECERA: Fábrica Fabra i Coats (Colonia Borgonyá)
POSTAL (ANVERSO Y REVERSO): Cortesía Chimevapor http://chimevapor.spaces.live.com/
Colonia Borgonyá, postal de una trabajadora a un familiar en la que describe la Colonia:




domingo, 6 de diciembre de 2009

Los Almacenes Generales de Comercio (Palau de Mar)









El edificio que hoy conocemos como Palau de Mar corresponde a los antiguos Almacenes Generales de Comercio (AGC), el único edificio conservado del viejo puerto industrial de Barcelona. Fueron proyectados en el año 1881 por el ingeniero Maurici Garrán, primer director de la Junta de Obreros del Puerto de Barcelona, con la intención de destinarlos a depósitos comerciales.
Los AGC, que forman parte del conjunto de elementos más importantes del patrimonio industrial de Cataluña, se terminaron de construir en la primera década del siglo XX y fueron rehabilitados y transformados a partir del año olímpico de 1992.
En la actualidad acogen el Museo de Historia de Cataluña, el Departamento de Bienestar Social de la Generalitat de Cataluña y diversos negocios de restauración.
La Revolución Industrial trajo importantes cambios en el mundo del mar. Las silenciosas embarcaciones de madera impulsadas por la energía del viento fueron arrinconadas gradualmente, pero de manera implacable, por las embarcaciones de hierro y acero propulsadas por ruidosas máquinas de vapor. Tanto las características técnicas de las nuevas embarcaciones —más eslora y más calado—, como los criterios empresariales que regían su actividad —reducción de las estancias en puerto y más rapidez en las operaciones de carga y descarga—, obligaron a replantear todo el sistema portuario. En 1868, con la voluntad de hacer frente a las nuevas necesidades, se constituye la Junta de Obras del Puerto de Barcelona.
No existe duda —él mismo lo reconoce— de que el proyecto se inspira en los edificios portuarios ingleses de la época. Todavía hoy es fácil reconocer la familiaridad entre los docks de los puertos de Londres o Liverpool y los AGC de Barcelona. La fuerte personalidad de los docks ingleses, basada en su particular función, los ha convertido en piezas emblemáticas de la Arqueología Industrial, disciplina histórica nacida en Inglaterra después de la segunda guerra Mundial con el objetivo de estudiar y conservar los restos materiales del modo de producción capitalista.
Maurici Garrán entendía que un depósito comercial portuario debía tener una serie de condiciones básicas: ser seguro y de fácil vigilancia y control, tener una ubicación cercana a los barcos, facilitar las operaciones fiscales y estar situado cerca de la ciudadLa forma de la planta y, sobre todo, su distribución obedecen a razones operativas, entre las que hay que destacar: facilidad constructiva, ahorro económico, garantías de seguridad, posibilidad de compartimentar, imperativos aduaneros y facilidad de vigilancia.
Los trabajos se iniciaron en 1885. La primera fase fue la fundamentación, labor complicada porque que se hacía encima de la Playa de los Pescadores. El 17 de diciembre de 1894 se adjudica la obra a la sociedad «Material para ferro-carriles y construcciones». Y el 31 de mayo de 1900 se dan las obras por terminadas.

A lo largo de sus cien años de vida, el edificio de los AGC ha conocido múltiples usos, entre los que destacaríamos el de Cuartel del Cuerpo de Carabineros. Las razones por las que no se utilizaron casi nunca como depósito comercial fueron entre otras: una ubicación excesivamente alejada de la bocana del puerto, las dificultades operativas en comparación con los tinglados de una sola planta y un alto coste de mantenimiento.
FOTOS: Chimevapor
FUENTES: Breve bibliografía de referenciaAlemany, Joan. El Port de Barcelona. Port de Barcelona, 1998
Capmany, Maria Aurelia. Fem memòria. El Port de Barcelona. Lumwerg Ed., Barcelona, 1990
Clavera, Joan et al. Economía e Historia del Puerto de Barcelona. Ed. Civitas, Madrid, 1992
Tatjer, Mercedes. La Barceloneta del S. XVIII al Plan de la Ribera. Los libros de la frontera, Barcelona, 1973
WEBS DE INTERÉS: http://www.mhcat.cat/

viernes, 27 de noviembre de 2009

La Fábrica Can Ricart del Raval






El edificio de la antigua Fábrica Ricart, fue construido en 1864 bajo la dirección del maestro de obras Felipe Ubach. Está situado en la calle Sant Oleguer número 10, en el barrio del Raval. Fue uno de los últimos edificios fabriles levantados en Ciutat Vella y, en el transcurso de su existencia, ha tenido diversos cambios de uso: almacén de tejidos, escuela, pequeños talleres, viviendas ... El edificio contiene algunos elementos arquitectónicos de interés, que serán conservados. El maestro de obras Josep Fontseré i Mestre, contribuyó decisivamente con su aportación a la arquitectura de la fábrica de los Ricart en el Raval. Sin conocer totalmente su intervención en el diseño y construcción de edificios fabriles, podemos señalar algunos casos mejor documentados. En primer lugar, la fábrica del empresario Ricart en el Raval, donde proyectó hacia el 1874 las estructuras de hierro del complejo industrial que ocupaba buena parte de la manzana comprendida entre la calle de las Tapias, San Olaguer, San Pablo y el propio recinto del cenobio de San Pablo. También en el Raval intervino en la reforma y levantamiento de un segundo piso en la fábrica Estruch la calle de la Reina Amalia 38-38 bis. Además de estas obras, conocidas gracias a trabajos de diferentes estudiosos , un amplio número de intervenciones en diferentes fábricas del Raval, que muestran la vinculación de Fontseré en el mundo fabril, tanto en lo referente a las construcciones como las instalaciones industriales. En la misma línea trabajó en alguna fabrica del Eixample y del Poble-sec. Entre sus obras de carácter residencial se deben mencionar varios proyectos de reforma de casas en la Ciudad Vieja, una de ellas precisamente propiedad de Frederic Ricart y sus hermanos en la calle Sant Olaguer 10 . En el Eixample, proyectó varias casas acomodadas, entre las que figura la casa familiar en forma de palacete de Felipe Ricart marqués de Santa Isabel en el Paseo de San Juan; esta casa proyectada entre 1883 y 1884 es un excelente ejemplo de arquitectura doméstica de tipología unifamiliar con jardín, característicos de la primera etapa de ocupación de la parte más acomodada del Eixample.
Actualmente, el edificio ha sido rehabilitado como espacio polideprtivo (Poliesportiu del Raval), por Vora Arquitectura. Las fotoshan sido tomadas por Adriá Goula, http://www.adriagoula.com/ , siendo las fotos propidad de Adriá Goula. Gracias.





sábado, 21 de noviembre de 2009

La Paloma. Una Sala de Fiestas con auténtico pasado fabril.




A finales del siglo XIX, se fundó el famoso salón de baile que bautizaron con el nombre de La Camelia Blanca, ocupando el local que en su día perteneció a la Fundición Comas, fundada en 1853, cuya actividad era la fabricación de máquinas diversas, moldes y fundición de metales, responsable de toda la decoración en bronce del famoso monumento a Colón, cuya construcción comenzó en 1883 y inaugurado en 1888 para la Exposición Universal. El edificio, de construcción modernista, era apropiado para su cometido fabril dado que al ser totalmente diáfano en su interior, favorecía la instalación de máquinas y la adecuación de espacios para el almacenaje de materias primas y utillaje. Hoy con el nombre de La Paloma, el edificio se conserva con todo su esplendor. La dirección es C/ Tigre, 27.
En 1903 Ramón Daura la rebautiza con el nombre de La Paloma, tomando el nombre de uno de los 3 perros del vigilante de la antigua fundición -Tigre, León y Paloma- que son, además, las tres calles que la delimitan. Entre algunos de los habituales estaban Pablo Picasso, que conoció a su novia Rosita del Oro aquí, o Salvador Dalí que, sentado en un palco, dedicaba su tiempo a dibujar a los personajes que visitaban la sala. Mil historias se sumergen en el pasado industrial de Barcelona.
Fotos: Chimevapor




sábado, 14 de noviembre de 2009

La Maquinista Terrestre y Marítima de Sant Andreu









La Maquinista Terrestre y Marítima, una empresa de construcción de máquinas de tren y construcciones de fundición, fundada en 1855, ocupaba lo que es actualmente El Parc de La Maquinista en Sant Andreu, en la Calle Ferrán Junoy nº1. El primer centro de producción estuvo situado en la Barceloneta. En 1920 se trasladó a Sant Andreu (donde llegó a tener mas de 3.000 empleados) y, de aquí, en Santa Perpètua de Mogoda en 1993. Esta empresa participó en la construcción de la Estación de Francia y del mercado de Sant Antoni, ambos con una estructura de hierro forjado. Junto con el original diseño de las farolas de alumbrado que atraviesan el centro del parque de punta a punta, uno de los extremos del estanque de Narciso Monturiol limita con una construcción metálica que recrea la forma de un barco de "proa "afilada. En la "popa", el estaño, y dentro del agua, una gran rueda nos recuerda el pasado industrial de los terrenos que hoy son un parque. El edificio es la sede del Museo de La Maquinista y Macosa, y contiene documentación histórica, planos, fotografías, maquetas y objetos históricos de la empresa, creado gracias a los ex-trabajadores de la fábrica, que quisieron que lo que significó para ellos no cayese en el olvido, por ello fueron premiados con el reconocimiento del Ajuntament de Barcelona. Entre La Maquinista y la estación de Sant Andreu Comtal, se observan grupos de casas obreras de tipología clásica de principios del siglo XX, compuestas de bajos y un piso que se construian en torno a la fábrica para los trabajadores.
FOTOS: Chimevapor





sábado, 7 de noviembre de 2009

La Torre de las Aguas de Can Girona




La Torre de las Aguas de Can Girona, depósito de aguas en tocho visto y forja, sobre una base rectangular y escalera exterior, obra de Pere Falqués, es lo único que queda de la empresa metalúrgica Herrería Barcelonesa, fundada en 1859 por los hermanos Casimiro e Ignacio Girona en el barrio de Poble Nou, de Barcelona. Fue un establecimiento metalúrgico de primer orden en España; en sus talleres se construían grandes estructuras metálicas y materiales para los ferrocarriles, metros y tranvías, principalmente vagones. Ahora las 14 hectáreas que disponía el recinto fabril se ha llenado de viviendas, pero ha quedado la Torre como muestra de un pasado industrial próspero y esplendoroso. El nombre de Can Girona sobrevivió a las sucesivas ampliaciones que la convirtieron, en 1891, en Material para Ferrocarriles y Construcciones. S.A, empresa que se hizo cargo de los primeros pedidos ferroviarios importantes de aquella época. Realizadas otras ampliaciones, el 31 de diciembre de 1947, se convirtió en Material y Construcciones S.A. (Macosa), finalmente absorbida en 1988 por la corporación de origen francés Alstom.
FOTOS: Chimevapor
FUENTES DE CONSULTA: " Sant Martí de Provençals, pulmó industrial de Barcelona (1847-1992)", de Jordi Nadal y Xavier Tafunell.
Wikipedia.

domingo, 1 de noviembre de 2009

La Fábrica de vidrio soplado de "El Poble Espanyol" de Montjuich


Con motivo de la Exposición Internacional de 1929 nacía en Barcelona un nuevo espacio arquitectónico: el Poble Espanyol. La idea original fue crear un pueblo ficticio en el que se reprodujeran edificios, plazas y calles típicas de las diferentes localidades de España. Pero, curiosamente, la obra tenía fecha de caducidad y debía durar exactamente lo mismo que la exposición, es decir, seis meses. De esto hace ya 80 años y el Poble Espanyol sigue en pie. Actualmente, el recinto funciona como un auténtico museo al aire libre donde se desarrollan actividades culturales y funcionan más de 45 talleres de artes y oficios tradicionales. El Poble Espanyol se conoce también como La Ciudad de los Artesanos. El nombre responde a las numerosas tiendas y exposiciones que hay en el recinto en el que se puede encontrar casi cualquier producto hecho a mano. Figuras en papel maché, máscaras de diversos materiales, creaciones en vidrio, etc. Entre estos talleres, uno de los que más llama la atención es el taller de vidrio soplado situado en la plaza de la Hermandad. Aquí se practica todavía una de las técnicas más difíciles de modelar el vidrio, el soplado. De esta forma tan espectacular fabrican a la vista del público todo tipo de piezas decorativas y objetos de uso diario. Además, uno de sus valores añadidos es que, al trabajar de forma artesanal, se pueden crear piezas únicas, seriadas y de cualquier formato. El Poble Espanyol de Montjuïc, está en la Av. Marquès de Comillas, 13.

miércoles, 28 de octubre de 2009

La Maquinista Terrestre y Marítima de la Barceloneta.



Hasta mediados de siglo XIX, las actividades de los habitantes de la Barceloneta se relacionaban esencialmente con el mar: la pesca, las actividades portuarias, la construcción de barcos de vela y la fabricación y venta de los aparejadores. En el año 1846, el Ayuntamiento de Barcelona prohibió la instalación de nuevas industrias con máquinas de vapor dentro del recinto amurallado. Muchas de las que ya había y de las de nueva creación se edificaron en las poblaciones más próximas, fuera de las murallas: Sants, Poblenou y la Barceloneta. Fue entonces cuando la industrialización empezó a penetrar en el barrio. La proximidad al puerto, que facilitaba la carga de la maquinaria pesada y la descarga de las materias primas, el espacio edificable, y desde 1848, la estación del ferrocarril de Mataró bajo el Portal de Mar, eran elementos que los industriales tenían en cuenta.
En 1841 la Barceloneta era ya la segunda población metalúrgica de Cataluña después de Barcelona, con las fundidoras y, sobre todo, los talleres Nueva Vulcano (1836).
Con la instalación del primer gasómetro (1840), que había obtenido la concesión del alumbrado de la ciudad, nacía la segunda especialización industrial en la Barceloneta: la producción de gas. Durante la segunda mitad del siglo XIX, el asentamiento de importantes industrias del metal (los talleres Alexandre, en el año 1845; la Maquinista Terrestre y Marítima, en el año 1855) fueron confirmando el proceso iniciado. A finales del siglo XIX las especializaciones de la industria de la Barceloneta habían quedado muy definidas: la metalurgia, el gas y las construcciones navales.
Sus primeros talleres se construyen en el barrio barcelonés de "la Barceloneta", en 1861, con una superficie total de 17.500 m². Contanban con 1.200 trabajadores. En 1917 construye su segunda fábrica, entre los barrios barceloneses de "Sant Andreu de Palomar" y "Buen Pastor", con una extensión de más de 100.000 m2, alcanzando una plantilla de 3.000 trabajadores.
Hacia 1965, los talleres de "la Barceloneta" fueron desmantelados, manteniéndose como almacén de productos, que, aunque finalizados, no fueron vendidos hasta más adelante. Hacia 1993, los talleres de "Sant Andreu" fueron desmantelados por completo, trasladándose a unos talleres construidos entre los municipios de Santa Perpetua de la Mogoda y Mollet del Vallés.
FUENTES: http://www.bcn.cat/ y "Sant Martí de Provençals, pulmó industrial de Barcelona (1847-1992)", de Jordi Nadal y Xavier Tafunell. ISBN: 84-7809-392-3
FOTOS: Chimevapor
DIBUJO: Castelucho, publicado en en el libro de A. del Castillo: "La Maquinista, personaje histórico", Barcelona, 1955.

viernes, 23 de octubre de 2009

La riada de 1962, El gran "Puente Textil" Barcelona-Londres-Béjar-Leeds-Barcelona.

En otoño de 1962 un desastre natural tendrá un impacto decisivo para la historia la comarca del Vallès (afectando gravemente a los municipios de Rubí, Terrassa, Sant Quirze del Vallès y Sabadell). El caudal de los ríos mediterráneos aunque escaso, en especial en el caso del Ripoll, se acrecienta brusca y violentamente produciendo riadas catastróficas. La riada del 25 de septiembre significó un volumen a su paso por Sabadell de más de 1.000 m3 por segundo, que duró unos 20 minutos de máxima intensidad, lo que resultó una abrupta crecida del nivel de río, cuya altura superó los cuatro metros (4,2 m.). “Y lo peor de esta riada fue que la inmensa masa de agua al arrasar la cuenca, arrancó árboles, piedras y otros objetos que actuando a modo de proyectiles causaron la atroz destrucción”

Cuando las trágicas inundaciones, en Cataluña se dijo y proclamó que se había montado un puente aéreo especial y específico entre Barcelona y Londres al objeto de llevar hasta el Reino Unido los tejidos catalanes para recibir allí el apresto final, ya que las inundaciones habían dejado inservibles las fábricas de apresto catalanas. La verdad es que se desplazaron a Londres contadísimos aviones en un principio y que, luego, toda la producción catalana recibió su apresto y acabado en Béjar. El puente aéreo se convirtió en una inacabable caravana,de camiones que hacían ininterrumpidamente el camino Cataluña-Béjar-Cataluña.
El desastre tuvo un gran impacto dentro y fuera de España y la solidaridad popular fue ejemplar. También la respuesta de las autoridades fue, en esta ocasión, rápida. La zona obtuvo la declaración de zona catastrófica (lo que permitía cobrar las indemnizaciones correspondientes a las empresas aseguradas), y el gobierno aportó un elevado crédito, además de otras prerrogativas fiscales, a fin de aliviar los daños producidos por la riada en toda la zona del Vallès. Esta actuación, conjuntamente con la puesta en marcha los planes de reestructuración de la industria textil lanera, subsanó los efectos más inmediatos y supuso una gran oportunidad para la modernización de las instalaciones industriales ubicadas en la zona fluvial afectada, que se encontraban en avanzado estado de obsolescencia. A su vez, otros problemas más apremiantes como la necesidad de proceder al apresto, acabado y tinte de la producción textil, que se encontraba en avanzado estado de fabricación, se solucionó con la apertura de un puente aéreo con Leeds (Inglaterra) durante algunos meses y la decisiva colaboración, cómo ya hemos dicho, de Béjar. Enlace de hemeroteca sobre la tragedia: http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/1962/09/29/pagina-9/32719914/pdf.html

sábado, 17 de octubre de 2009

El tren eléctrico de la "Mina Grott"





La Mina Grott es un túnel de casi un kilómetro y medio que conecta el pantano de Vallvidrera con la zona del Peu del Funicular. Su construcción se llevó a cabo en 1855 para llevar el agua hasta Sarrià, pero entre 1908 y 1916 acogió un vagón eléctrico llamado Tren de la Mina Grott, Con capacidad para 36 pasajeros y que iba sobre una vía de 0,60 metros. Actualmente pasan dos tuberías que llevan el agua en sentido inverso, de Barcelona a Sant Cugat del Vallès. Junto con el ferrocarril fue abierto al público un parque de atracciones denominado "Lake Valley" y pronto se notó la afluencia de público, lo que molestó a la dirección del Funicular de Vallvidrera, gestionado por el Ferrocarril de Sarrià. No se tardó en ponerle trabas (el "Mina-Grott" tuvo un éxito enorme y en un mes llegó a transportar 32.000 personas) recurriendo a la Guardia Civil, y el ferrocarril se cerró entre el 22 de julio y el 9 de agosto de ese año. A partir de esta fecha estuvo abierto al público junto con el parque de atracciones hasta 1916, año en que el Ferrocarril de Sarrià llegó a Les Planes. El principal problema con que se encontraba la explotación del "Mina-Grott" y del parque "Lake Valley" era que no se podía pedir concesión ya que los terrenos fueron concedidos a perpetuidad y el pequeño ferrocarril no se ajustaba a la Ley de Ferrocarriles entonces vigente, con lo cual fue considerado como una atracción más, por falta de los permisos necesarios.


FOTOS: Chimevapor, Arxiu dels Ferrocarrils de la Generalitat, Arxiu del Districte de Sarriá-Sant Gervasi.





lunes, 12 de octubre de 2009

Los trenes de vapor del Parc del Castell de l'Oreneta


El del parque del Castell de l'Oreneta es uno de los mejores ferrocarriles reducidos a escala y tripulados de Europa. Es un elemento destacado del paisaje barcelonés y de la oferta lúdica y cultural de la ciudad.
Se inauguró en el año 1981 y, a lo largo de un recorrido de 636 m y con tres anchos de vía de entre 5 y 10 pulgadas, el tren atraviesa tres túneles, dos puentes y un viaducto metálico. También dispone de una estación y un apeadero. En total, hay 11 locomotoras, entre eléctricas, de vapor y diésel, y unos doce vagones. Los domingos, los visitantes del parque pueden viajar con este tren de 11.00 a 14.00 horas.
Todo es posible gracias a los socios del Centro de Estudios-Modelismo Vapor Barcelona y Sabadell. El tren lo constituyó en 1980 un grupo de aficionados a los trenes tripulados y movidos por la fuerza del vapor. El material, casi siempre construido por los socios de esta entidad, reproduce fielmente todos los mecanismos propios del ferrocarril. Desde 1984, una vez al año tiene lugar la fiesta de las Veinticuatro Horas de Vapor, un programa que desarrollan muchas asociaciones de circuitos de tren de este tipo en Europa y América.

Fotos: Chimevapor