Hasta mediados de siglo XIX, las actividades de los habitantes de la Barceloneta se relacionaban esencialmente con el mar: la pesca, las actividades portuarias, la construcción de barcos de vela y la fabricación y venta de los aparejadores. En el año 1846, el Ayuntamiento de Barcelona prohibió la instalación de nuevas industrias con máquinas de vapor dentro del recinto amurallado. Muchas de las que ya había y de las de nueva creación se edificaron en las poblaciones más próximas, fuera de las murallas: Sants, Poblenou y la Barceloneta. Fue entonces cuando la industrialización empezó a penetrar en el barrio. La proximidad al puerto, que facilitaba la carga de la maquinaria pesada y la descarga de las materias primas, el espacio edificable, y desde 1848, la estación del ferrocarril de Mataró bajo el Portal de Mar, eran elementos que los industriales tenían en cuenta.
En 1841 la Barceloneta era ya la segunda población metalúrgica de Cataluña después de Barcelona, con las fundidoras y, sobre todo, los talleres Nueva Vulcano (1836).
Con la instalación del primer gasómetro (1840), que había obtenido la concesión del alumbrado de la ciudad, nacía la segunda especialización industrial en la Barceloneta: la producción de gas. Durante la segunda mitad del siglo XIX, el asentamiento de importantes industrias del metal (los talleres Alexandre, en el año 1845; la Maquinista Terrestre y Marítima, en el año 1855) fueron confirmando el proceso iniciado. A finales del siglo XIX las especializaciones de la industria de la Barceloneta habían quedado muy definidas: la metalurgia, el gas y las construcciones navales.
En 1841 la Barceloneta era ya la segunda población metalúrgica de Cataluña después de Barcelona, con las fundidoras y, sobre todo, los talleres Nueva Vulcano (1836).
Con la instalación del primer gasómetro (1840), que había obtenido la concesión del alumbrado de la ciudad, nacía la segunda especialización industrial en la Barceloneta: la producción de gas. Durante la segunda mitad del siglo XIX, el asentamiento de importantes industrias del metal (los talleres Alexandre, en el año 1845; la Maquinista Terrestre y Marítima, en el año 1855) fueron confirmando el proceso iniciado. A finales del siglo XIX las especializaciones de la industria de la Barceloneta habían quedado muy definidas: la metalurgia, el gas y las construcciones navales.
Sus primeros talleres se construyen en el barrio barcelonés de "la Barceloneta", en 1861, con una superficie total de 17.500 m². Contanban con 1.200 trabajadores. En 1917 construye su segunda fábrica, entre los barrios barceloneses de "Sant Andreu de Palomar" y "Buen Pastor", con una extensión de más de 100.000 m2, alcanzando una plantilla de 3.000 trabajadores.
Hacia 1965, los talleres de "la Barceloneta" fueron desmantelados, manteniéndose como almacén de productos, que, aunque finalizados, no fueron vendidos hasta más adelante. Hacia 1993, los talleres de "Sant Andreu" fueron desmantelados por completo, trasladándose a unos talleres construidos entre los municipios de Santa Perpetua de la Mogoda y Mollet del Vallés.
Hacia 1965, los talleres de "la Barceloneta" fueron desmantelados, manteniéndose como almacén de productos, que, aunque finalizados, no fueron vendidos hasta más adelante. Hacia 1993, los talleres de "Sant Andreu" fueron desmantelados por completo, trasladándose a unos talleres construidos entre los municipios de Santa Perpetua de la Mogoda y Mollet del Vallés.
FUENTES: http://www.bcn.cat/ y "Sant Martí de Provençals, pulmó industrial de Barcelona (1847-1992)", de Jordi Nadal y Xavier Tafunell. ISBN: 84-7809-392-3
FOTOS: Chimevapor
No hay comentarios:
Publicar un comentario