viernes, 27 de noviembre de 2009

La Fábrica Can Ricart del Raval






El edificio de la antigua Fábrica Ricart, fue construido en 1864 bajo la dirección del maestro de obras Felipe Ubach. Está situado en la calle Sant Oleguer número 10, en el barrio del Raval. Fue uno de los últimos edificios fabriles levantados en Ciutat Vella y, en el transcurso de su existencia, ha tenido diversos cambios de uso: almacén de tejidos, escuela, pequeños talleres, viviendas ... El edificio contiene algunos elementos arquitectónicos de interés, que serán conservados. El maestro de obras Josep Fontseré i Mestre, contribuyó decisivamente con su aportación a la arquitectura de la fábrica de los Ricart en el Raval. Sin conocer totalmente su intervención en el diseño y construcción de edificios fabriles, podemos señalar algunos casos mejor documentados. En primer lugar, la fábrica del empresario Ricart en el Raval, donde proyectó hacia el 1874 las estructuras de hierro del complejo industrial que ocupaba buena parte de la manzana comprendida entre la calle de las Tapias, San Olaguer, San Pablo y el propio recinto del cenobio de San Pablo. También en el Raval intervino en la reforma y levantamiento de un segundo piso en la fábrica Estruch la calle de la Reina Amalia 38-38 bis. Además de estas obras, conocidas gracias a trabajos de diferentes estudiosos , un amplio número de intervenciones en diferentes fábricas del Raval, que muestran la vinculación de Fontseré en el mundo fabril, tanto en lo referente a las construcciones como las instalaciones industriales. En la misma línea trabajó en alguna fabrica del Eixample y del Poble-sec. Entre sus obras de carácter residencial se deben mencionar varios proyectos de reforma de casas en la Ciudad Vieja, una de ellas precisamente propiedad de Frederic Ricart y sus hermanos en la calle Sant Olaguer 10 . En el Eixample, proyectó varias casas acomodadas, entre las que figura la casa familiar en forma de palacete de Felipe Ricart marqués de Santa Isabel en el Paseo de San Juan; esta casa proyectada entre 1883 y 1884 es un excelente ejemplo de arquitectura doméstica de tipología unifamiliar con jardín, característicos de la primera etapa de ocupación de la parte más acomodada del Eixample.
Actualmente, el edificio ha sido rehabilitado como espacio polideprtivo (Poliesportiu del Raval), por Vora Arquitectura. Las fotoshan sido tomadas por Adriá Goula, http://www.adriagoula.com/ , siendo las fotos propidad de Adriá Goula. Gracias.





sábado, 21 de noviembre de 2009

La Paloma. Una Sala de Fiestas con auténtico pasado fabril.




A finales del siglo XIX, se fundó el famoso salón de baile que bautizaron con el nombre de La Camelia Blanca, ocupando el local que en su día perteneció a la Fundición Comas, fundada en 1853, cuya actividad era la fabricación de máquinas diversas, moldes y fundición de metales, responsable de toda la decoración en bronce del famoso monumento a Colón, cuya construcción comenzó en 1883 y inaugurado en 1888 para la Exposición Universal. El edificio, de construcción modernista, era apropiado para su cometido fabril dado que al ser totalmente diáfano en su interior, favorecía la instalación de máquinas y la adecuación de espacios para el almacenaje de materias primas y utillaje. Hoy con el nombre de La Paloma, el edificio se conserva con todo su esplendor. La dirección es C/ Tigre, 27.
En 1903 Ramón Daura la rebautiza con el nombre de La Paloma, tomando el nombre de uno de los 3 perros del vigilante de la antigua fundición -Tigre, León y Paloma- que son, además, las tres calles que la delimitan. Entre algunos de los habituales estaban Pablo Picasso, que conoció a su novia Rosita del Oro aquí, o Salvador Dalí que, sentado en un palco, dedicaba su tiempo a dibujar a los personajes que visitaban la sala. Mil historias se sumergen en el pasado industrial de Barcelona.
Fotos: Chimevapor




sábado, 14 de noviembre de 2009

La Maquinista Terrestre y Marítima de Sant Andreu









La Maquinista Terrestre y Marítima, una empresa de construcción de máquinas de tren y construcciones de fundición, fundada en 1855, ocupaba lo que es actualmente El Parc de La Maquinista en Sant Andreu, en la Calle Ferrán Junoy nº1. El primer centro de producción estuvo situado en la Barceloneta. En 1920 se trasladó a Sant Andreu (donde llegó a tener mas de 3.000 empleados) y, de aquí, en Santa Perpètua de Mogoda en 1993. Esta empresa participó en la construcción de la Estación de Francia y del mercado de Sant Antoni, ambos con una estructura de hierro forjado. Junto con el original diseño de las farolas de alumbrado que atraviesan el centro del parque de punta a punta, uno de los extremos del estanque de Narciso Monturiol limita con una construcción metálica que recrea la forma de un barco de "proa "afilada. En la "popa", el estaño, y dentro del agua, una gran rueda nos recuerda el pasado industrial de los terrenos que hoy son un parque. El edificio es la sede del Museo de La Maquinista y Macosa, y contiene documentación histórica, planos, fotografías, maquetas y objetos históricos de la empresa, creado gracias a los ex-trabajadores de la fábrica, que quisieron que lo que significó para ellos no cayese en el olvido, por ello fueron premiados con el reconocimiento del Ajuntament de Barcelona. Entre La Maquinista y la estación de Sant Andreu Comtal, se observan grupos de casas obreras de tipología clásica de principios del siglo XX, compuestas de bajos y un piso que se construian en torno a la fábrica para los trabajadores.
FOTOS: Chimevapor





sábado, 7 de noviembre de 2009

La Torre de las Aguas de Can Girona




La Torre de las Aguas de Can Girona, depósito de aguas en tocho visto y forja, sobre una base rectangular y escalera exterior, obra de Pere Falqués, es lo único que queda de la empresa metalúrgica Herrería Barcelonesa, fundada en 1859 por los hermanos Casimiro e Ignacio Girona en el barrio de Poble Nou, de Barcelona. Fue un establecimiento metalúrgico de primer orden en España; en sus talleres se construían grandes estructuras metálicas y materiales para los ferrocarriles, metros y tranvías, principalmente vagones. Ahora las 14 hectáreas que disponía el recinto fabril se ha llenado de viviendas, pero ha quedado la Torre como muestra de un pasado industrial próspero y esplendoroso. El nombre de Can Girona sobrevivió a las sucesivas ampliaciones que la convirtieron, en 1891, en Material para Ferrocarriles y Construcciones. S.A, empresa que se hizo cargo de los primeros pedidos ferroviarios importantes de aquella época. Realizadas otras ampliaciones, el 31 de diciembre de 1947, se convirtió en Material y Construcciones S.A. (Macosa), finalmente absorbida en 1988 por la corporación de origen francés Alstom.
FOTOS: Chimevapor
FUENTES DE CONSULTA: " Sant Martí de Provençals, pulmó industrial de Barcelona (1847-1992)", de Jordi Nadal y Xavier Tafunell.
Wikipedia.

domingo, 1 de noviembre de 2009

La Fábrica de vidrio soplado de "El Poble Espanyol" de Montjuich


Con motivo de la Exposición Internacional de 1929 nacía en Barcelona un nuevo espacio arquitectónico: el Poble Espanyol. La idea original fue crear un pueblo ficticio en el que se reprodujeran edificios, plazas y calles típicas de las diferentes localidades de España. Pero, curiosamente, la obra tenía fecha de caducidad y debía durar exactamente lo mismo que la exposición, es decir, seis meses. De esto hace ya 80 años y el Poble Espanyol sigue en pie. Actualmente, el recinto funciona como un auténtico museo al aire libre donde se desarrollan actividades culturales y funcionan más de 45 talleres de artes y oficios tradicionales. El Poble Espanyol se conoce también como La Ciudad de los Artesanos. El nombre responde a las numerosas tiendas y exposiciones que hay en el recinto en el que se puede encontrar casi cualquier producto hecho a mano. Figuras en papel maché, máscaras de diversos materiales, creaciones en vidrio, etc. Entre estos talleres, uno de los que más llama la atención es el taller de vidrio soplado situado en la plaza de la Hermandad. Aquí se practica todavía una de las técnicas más difíciles de modelar el vidrio, el soplado. De esta forma tan espectacular fabrican a la vista del público todo tipo de piezas decorativas y objetos de uso diario. Además, uno de sus valores añadidos es que, al trabajar de forma artesanal, se pueden crear piezas únicas, seriadas y de cualquier formato. El Poble Espanyol de Montjuïc, está en la Av. Marquès de Comillas, 13.